El primer error que se suele cometer es dejar la batería en un lugar muy caluroso o con exposición directa al sol ya que, la falta de fluidos por sobrecalentarse puede dañar permanentemente la batería y hacer que su vida útil se acorte.
Tampoco es cierto que haya que dejar que la batería se descargue por completo antes de volverla a cargar. Esto hace que se produzcan más ciclos de carga, por lo que se llevan a cabo internamente una serie de movimientos en los electrones que afectan al deterioro de la batería.
Tampoco se debe sustituir unas baterías de un material por otras de otro o confundir las aplicaciones de una batería porque no están pensadas para ello.
Por último, no se puede cambiar una batería por otra de una potencia o capacidad mayores a la ligera. Las baterías dependen también del dispositivo en el que se van a colocar y por mucho que se quiera cambiar por una mejor, siempre hay un límite del propio aparato.
Hasta aquí el blog de hoy, esperamos que os haya resultado interesante.